"Era una mañana cualquiera, o eso creía ella. Su vida había cambiado, en un segundo, eso no es nuevo, la vida es así.
El miedo se podía observar en sus ojos azules, los días íban pasando y las cosas no cambiaban. Pero cuando menos lo esperas... "
Han pasado algunos meses desde aquella mañana, a veces tenemos pánico de los cambios, pensando que serán malos, pero ahora mismo no podría estar más agradecida de que su vida haya dado un vuelco, de esos que te tienes que ir recomponiendo pedacito a pedacito.
Y sí, de aquella persona no queda la sombra ni de lo que era, ahora va de boca en boca, prueba diferentes labios, pero esa parte sentimental ya no es la misma, el "amor" nunca fue su fuerte, y al igual que una ciudad queda destruida después de una gran tormenta, ella tampoco puede librarse de las batallas sufridas, las cicatrices quedan bajo la piel, o más abajo aún. No lo ve como un defecto, sino como una ventaja, ahora nadie podrá dañarla, porque nadie podrá quererla como ella misma lo hace. Algunos la creen perdida, pero ella en cambio se ve más fuerte cada día, más orgullosa de sus actos, y más sonriente que nunca.