30 jun 2015

Sonrisa especial.

"Era una mañana cualquiera, o eso creía ella. Su vida había cambiado, en un segundo, eso no es nuevo, la vida es así. 


El miedo se podía observar en sus ojos azules, los días íban pasando y las cosas no cambiaban. Pero cuando menos lo esperas... "


Han pasado algunos meses desde aquella mañana, a veces tenemos pánico de los cambios, pensando que serán malos, pero ahora mismo no podría estar más agradecida de que su vida haya dado un vuelco, de esos que te tienes que ir recomponiendo pedacito a pedacito. 

Y sí, de aquella persona no queda la sombra ni de lo que era, ahora va de boca en boca, prueba diferentes labios, pero esa parte sentimental ya no es la misma, el "amor" nunca fue su fuerte, y al igual que una ciudad queda destruida después de una gran tormenta, ella tampoco puede librarse de las batallas sufridas, las cicatrices quedan bajo la piel, o más abajo aún. No lo ve como un defecto, sino como una ventaja, ahora nadie podrá dañarla, porque nadie podrá quererla como ella misma lo hace. Algunos la creen perdida, pero ella en cambio se ve más fuerte cada día, más orgullosa de sus actos, y más sonriente que nunca. 


30 may 2015

Ella.



Ella, ¿cómo hablar de Ella? Nadie la conoce, no existe. Pero es la única capaz de hacerte tocar el cielo y descender a lo más profundo de la tierra en tan solo un segundo. Es difícil de explicar dicha sensación, pero una vez que recorrió tu cuerpo estás perdido. Pocos se atreven a pronunciar su nombre, no por miedo a que aparezca, ojalá lo hiciese, el miedo está en recordarla, en salir a la calle y que su perfume corra en el viento, en dormir por las noches y aparezca en tus sueños, de esos que no quieres despertar. 


Pendes de un hilo, y Ella está ahí para rescatarte, para recordarte que lo mejor no ha pasado aún, porque la felicidad con Ella es un cuento de niños. Tu piel se eriza y la respiración se corta. Estás frente a Ella. 


Mierda. La he recordado sin nombrarla. Todo esto es producto de mi imaginación, de la tuya, de nosotros. O no… La conocí, existe, y se llama…



Quién se va y deja huella, es que algo hizo bien.

A.




7 mar 2015

¿Y ahora?

Esta entrada me gustaría que no la leyese nadie, cosa complicada, porque cuando le de a publicar estará en mi TL de Twitter, también sé que las personas que la lean, supongo que alguna habrá, seguirán con su rutina diaria, y ni la recordarán, muchas dirán si no quiere que nadie la lea, ¿para que la publica en internet? Porque siempre me ha importado una mierda lo que la gente pueda decir de mí, y no va a cambiar. 

En estos días han pasado tantas cosas que de escribirlas todas aquí parecería una película de Ciencia Ficción, tampoco les incumbe lo que pasa en mi vida, ni tampoco creo que les interese, pero sobretodo ninguna de las personas involucradas merece que les dedique ni una sola de mis palabras, ya sé que es lo que desean, pero se van a quedar con las ganas. Hoy solamente me voy a dedicar a hablar de mí, por una vez en mi vida voy a ser egoísta. Es extraño, estos días me siento bien, y me siento culpable por sentirme así... Estoy rodeada de líos, hace algún tiempo también estaba rodeada de líos, la única diferencia es que ahí me los buscaba y los tenía merecidos, pero ahora estoy pagando cosas de terceras personas, ajenas completamente a mí, tal vez eso sea lo que haga que me sienta culpable por sentirme bien. Las ideas, confusas se mezclan en mi cabeza, a veces se me cruza alguna disparatada, pero la poca cordura que queda en ella me recuerda que tengo que tener paciencia, no cometer errores del pasado. Y es que, a pesar de tener 23 años, parece que la vida golpea con más fuerza que nunca, como si un huracán te arrastrase entre árboles, cables de electricidad... La pregunta que más me ronda últimamente es, ¿qué hacer? Creo que me paso las 24 horas del día pensando, nunca he sabido no pensar, y para la gente que tiene ese Don, no saben como lo admiro, este año ha empezado con fuerza, poniéndome a prueba, día tras día, porque cuando sientes que la tormenta ha pasado, solamente te das cuenta de que estaba dando una tregua... Y que ahora ya no tienes una mano que te sostenga para que no te pierdas en dicha tormenta, ahora estás sola. 

Luego la gente se echa a reír porque digo que en mi círculo de amigos no es fácil entrar... Pero es que prefiero ser una chica solitaria, aunque suene extraño, no hay mejor compañía que la de uno mismo, ni mejor desconexión que dejarte llevar ante las teclas de un teclado, saber que ellos jamás te van a responder, que no te van a devolve ningún insulto, y que ni siquiera te van a golpear con lo que más duele, la indiferencia. Una de las pocas cosas que tengo claras, es que el tiempo da y quita la razón, que todo lo que sube, cae, y que nunca se puede escupir para el cielo porque te cae de lleno en la cara. Las personas que me acusan de orgullosa, cabezota, o querer llevar la razón, es porque no me conocen lo suficiente, se quedan en mi parte superficial, claro, así les es más fácil, pueden hacer daño sin sentirse mal ellos... Sí, tal vez la culpa es mía por ponerme una coraza, por no mostrarme al mundo tal y como soy, pero es que las veces que me he intentado mostrar como soy, siempre me terminan acusando, diciendo insultos que no voy a escribir aquí, porque parece que nunca lo puedo pasar mal, tan fría. La gente cree que para mí tragarme el orgullo es fácil, y es lo que más me cuesta en la vida, e incluso cuando me lo trago lo ven como si todo fuese una estrategía. 

Podré tener mil y un defectos, pero entre ellos no está el de mentir, las personas que me conocen lo saben, simplemente porque he cometido errores muy graves en mi vida, me han mentido la mayoría de veces, y la única mentira que dije en mi vida me costó más cara que cualquier mentira absurda... A veces creo que la única que me conociste fuiste tú, porque a pesar de todo, siempre confiaste en mí, y eso es lo más importante. 

Mientras escribía esta entrada han sonado muchas canciones, todas ellas colocadas para que la inspiración me tocase, lo cierto es que aquí hay pocas rimas, pocas palabras bonitas, y dudo que sea una de las mejores entradas del blog, tampoco lo pretendía.  El caso es que este post no podía llevar otra canción que no fuese la siguiente:

 

Porque es fácil cerrar los ojos, apoyar la cabeza en la mesa, y recordar todos los momentos vividos mientras sonaba dicha canción en un piano.